jueves, 19 de julio de 2012

De depresiones bloguísticas

He tenido este post en mi mente por un tiempo. Solo que estaba buscando la mejor manera de deletrear mis emociones sin sonar quejona o algo así...

Es obvio que no he blogueado en siglos. Horrible. Y este verano mi blog cumplió un año de nacido. No hice nada especial. No lo celebré con un sorteo de regalos. No agradecí a los que me llevan siguiéndo por un año tanto aquí como en Twitter, Facebook, Instagram y Pinterest. Solo el otro día vi el calendario para apuntar una cita y me fijé que hace un mes había cumplido un año de autodenominarme Bloguera.

La cosa es que puede que haya sufrido una depresión bloguística. Los síntomas comienzan con no saber de qué rayos bloguear porque todo te parece efímero y superficial. Luego le sigue el no querer contestar ni un solo email más de gente loca que hay en internet preguntándome cosas aún más locas sobre mi blog. Y por ahí siguen los síntomas hasta llegar al último, y más terrible de ellos, no querer siquiera entrar a tu propio blog. Big-pro-ble-mo.

Todos tenemos nuestras razones para bloguear. Pero es complicado mantener un sentido de propósito y de aceptación de tus colegas bloguistas cuando parece que todo el mundo y aún sus respectivas madres (ajá, literalmente) han comenzado un blog. Es como si tener un blog fuera el nuevo Facebook. Algunos lo llevan como un accesorio in y cool. Otros lo tienen para hacer disque dinero (esto me hace reír en voz alta). Y quizás para otros esta sea la manera de reclamar su pedacito de terreno en las bienes raíces del internet. A veces bloguear se me hace como estar nadando en una piscina mega-llena de blogueros. Me estoy ahogando y desesperada trato de agarrarme como sea de otra blogger que también está tratando de mantenerse en la superficie para sobrevivir. Y antes de que puedas pensar, otros 50 blogueros nuevos hacen su salto bomba al agua.

Cuando veo mi blog, siento un grado de satisfacción. Como cuando por fin haces aquello de lo que llevabas años acariciando la idea. Y sí, quisiera que el diseño fuera diferente; más ‘fancy’ y que tuviera contenido más exclusivo, pero de verdad siento orgullo de mi blog. Pero cuando veo la millonada de blogs unos, sin duda, espectaculares y otros no tanto, que en muy poco tiempo tienen más seguidores, más sumisiones de fotos, más posts, más cosas lindas y felices. Y lo hacen ver tan fácil que me hace pensar, ¿qué pude haber hecho diferente?

La respuesta es nada. Porque todo el asunto de compararte con otros es para volverte loco. Es el juego bruto que todo el mundo juega y nadie debería porque las lesiones son seguras. La auto conmiseración es fastidiosa; nadie quiere estar al lado de alguien cantando sus penas al son de violines.
  
Obvio, tengo que decirle a mis amigos cercanos (ustedes saben quiénes son y los amo) y a ORP que continuamente están celebrando mi trabajo en un esfuerzo de callarme la boca o mantenerme haciendo lo que amo o hacerme creer que soy fabulosa tal y como soy:  GRACIAS.

Y yo? Pues, esta depresión bloguística que me picó creo que es una señal de que me importa. Que es real la importancia que le doy a este blog, a lo que ha sido, a lo que va a ser y a todos los que lo leen a pesar de mis actos de Huddini. Y si no sintiera esta necesidad de ser mejor, de aprender, de crecer y mantener a mí y ustedes inspirados pues no existiría esta depresión bloguística; y yo soy fiel creyente de quizás pasar por un poquito de lo malo (blaaah!) para luego ver venir un montón de lo bueno.
 


Y aquí estoy yo soplando confeti de corazones hecho a mano gracias a Martha Stewart y sus mágicos craft punchers. Feliz como si fuera cosa de todos los días. Así fue que le pedí a Gabriel González que me capturara en estas imágenes. Y creo que hizo un excelente trabajo.

Y si alguien más ha padecido de la llamada depresión bloguística, es libre de compartirlo por aquí.  Y que sigan bien. XOXO 

4 comentarios:

Laura dijo...

Bueno, yo de depresiones blogueras sé bastante, de hecho hace solo unos días publiqué un post parecido a este explicando las causas de mi desaparición del mundo blog: http://www.miss-marble.blogspot.com.es/2012/06/no-soy-una-perfecta-blogger.html
Por suerte esta depre se me está pasando un poco y cada vez más vuelvo a entusiasmarme con este mundillo. No hace falta que tengas miles de seguidores para encontrar en tu blog tu propio espacio personal y único en el que puedas expresarte y compartir cosas con aquellos que quieran acercarse a conocerte. Y es cierto que hay una cantidad de blogs, pero el tuyo es único porque es tuyo. Escribe cuando te apetezca y lo que te apetezca, porque este espacio es para eso y no para agobiarse. Así que ánimo y un abrazo.

Karisha {Ruborosa Blog} dijo...

GRACIAS me haces sentir menos extraterrestre. :) Xo

Silvia dijo...

Mucho ánimo guapa que tienes un blog estupendo y nos encanta leerte así que vuelve vale?

Besos!

Yanitza L. Perez Mercado dijo...

Hola Hermosa amiga cada vez que paso por aquí disfruto tus ocurrencias y como e escrito antes me gustaría tener que celebrar cada día para aplicar cada detalle. Amo tu Blog y que bueno que nos reflejas a Todas, ahora si que si.